La sesión se desarrolla en un espacio rodeado de naturaleza, pensado para favorecer la calma, la introspección y la sanación integral. El entorno natural acompaña todo el proceso, brindando un ambiente propicio para desconectar del estrés y reconectar con el propio equilibrio.

El proceso inicia con un rastreo completo de los pares biomagnéticos, técnica que permite identificar desequilibrios energéticos asociados a la presencia de virus, bacterias, hongos o parásitos, muchas veces relacionados con síntomas físicos o enfermedades. A través de la aplicación de imanes en puntos específicos del cuerpo, se favorece la restauración del equilibrio interno.

Posteriormente, se realiza un proceso de biodescodificación emocional, orientado a detectar y liberar emociones atrapadas, bloqueos emocionales o traumas no resueltos que pueden estar afectando la salud física o el bienestar emocional. Esta parte de la terapia permite traer conciencia a lo que ha sido guardado en el cuerpo por mucho tiempo.

La sesión continúa con el balance de los chakras, alineando y armonizando los centros energéticos del cuerpo para restablecer el flujo vital y desbloquear áreas estancadas.
Como cierre, se ofrece una experiencia de sanación sonora con cuencos tibetanos, cuyas vibraciones profundas inducen un estado de relajación y paz interior, ayudando al cuerpo a integrar todo el trabajo realizado durante la sesión.

Es una experiencia integral, donde cuerpo, mente y energía se equilibran en un entorno natural, brindando una sensación de bienestar, claridad y renovación profunda.